terça-feira, janeiro 30, 2007

Gijón la nuit ander yor Rein.

Apurar hasta el último segundo, hasta la última gota sabiendo que queda poco tiempo y hay que llamar a voces a la vida, que la tecnología está anticuada y parece que no hubiera estado aquí, ya van para ocho los meses, un poco interrumpidos.
Fotografiar la esquina más sucia y más mojada, y la que más me gusta. Ir a la puerta de los juzgados de Poniente a sacudir la voz y las alas, y la voz otra vez, que el agua nos cala porque no para de llover, porque la lluvia empezó a las cinco y diez y los cristales de las farolas rotas a pedradas hace años, todavía cortan los pies. Escuchar los discos un poco abandonados, tratar de conseguir un libro inacabado sin ningún éxito y morderse la lengua y el llanto frente a la baja mar.

WE grow, we are open, we are living behind. Encontrar el ángulo de equilibrio sobre los pies para mantenerse allí, frente a la ventana, en el centro de la habitación blanca, y sobre ti. Decirle hasta luego al Arca porque nunca cierra, porque recibe con jazz a sus cuatro clientes y las fotografías son siempre las mismas, y el techo alto.
Morder un pedazo de acero oxidado por la sal y la humedad del mar, resbalar en los embarcaderos con el verdín para acabar sentada en una nasa vacía leyendo las cosas de Maxi.
Frenar los impulsos de cortarme el pelo, de devorar el queso, de colarme en un velero pa que el viento nordeste me agite el cuerpo, y esparza lo que sobra, y me junte lo que quiero.

segunda-feira, janeiro 29, 2007

La llei de Eliseo.

-Motor... ¡Ación!
-Eliseo... ¿Yes tú ho...?
-¡Corten, corten!
- ¿Qué ye, ho?
-¡Pasión, Mariconchi! Ye el padre del fíu que acabas de perder, tá segando el prau donde retozasteis la primera vez...
-Ya, pero... Así... Con esa minifalda y esa pelucona...
- Claro, tardaste en volver y ahora él ye transexual.
-Sí, pero... Ay, no sé cómo reaccionar.
-Tú orgánica del todo, hija. Apóyate en el garabatu y mira-y los glúteos.
-¿Y yo sigo segando, ho?
-Sí, Lolo, pero tienes que interiorizar el trauma al mover la guadaña.-
¿Qué trauma, ho?-
Que se note que los frailes te metían mano en la escuela y que, de mayor, te enamoraste del gaiteru que te secuestró, y ahora venís juntos a la hierba.
-Ah. ¿Y el mi amante por qué no para de cabruñar, ho?
-Porque está preocupau con el hijo yonqui y no soporta que por la noche le cante cuplés.
-Joder...
-Venga, vamos a hacer otra. ¡Silencio, por favor! Motor... ¡Acción!
- Eliseo... ¿Yes tú?
-Eliseo... murió.
-¡Corten! No está mal. Chequeamos. Ahora, Mariconchi, haremos el plano de la vaca. Hay que mover la cámara y saltar la sebe.
-¿La vaca?
-Sí, la miras y recuerdas al rejoneador que te follaste en la feria de la Ascensión. Aquello hundió a Eliseo y por eso se metió en un grupo punk antes de la operación.
-¿Cómo miro a la vaca?, ¿con culpabilidad?
-Sí, tas atorollada. Viniste en un vuelo barato y pillaste un Alsa en Ranón...
-Entonces, rompo a llorar, ¿no?
-Sí. Y aparez tu madre, que está muerta, pero como ye la dueña del prau, se te presenta con una docena de casadiellas y dizte que Eliseo no ye mala persona, que mejor hubieras cogido un taxi y que cuidao con Charito.
-¿Quién ye Charito?
-Tu amiga de la infancia que ahora está de puta en Barcelona y vuelve al pueblu a poner una casa de turismo rural.
-Que ye un antro, en realidad, ¿no?
-Claro. Porque allí Eliseo se convierte en «Superlisa» y, para seducir al cabo gay de la Guardia Civil, hace un strip tease integral.
-Y al final, ¿quédase con el cabo o con el amante gaiteru?
-Esi ye el conflicto, fía. Por eso, al final, acaben los tres cuchando y oyendo a Chavela Vargas...
-Qué pasada. Ye una historia tan creíble, tan de sentimientos...
-Bueno, venga, vamos a rodar, que tá oscureciendo y la vaca tovía tien que cantar un bolero.
-¡Silencio, por favor!
-Claqueta: «La ley de Eliseo», secuencia 3, toma 1.
-Motor, cámara, ¡acción!

FELICIDADES ALMODÓVAR.
M.R.

quarta-feira, janeiro 17, 2007

Hay viejos que huelen a niño.

Y si Ítaca, la patria de Ulises, nos abrió el apetito de viajar, de hallar vida al otro lado del océano, de conquistar un islote mediterráneo, de abandonar el Cantábrico y sumergirse en el Atlántico... ahora le toca a él. Embarcado en un barco italiano con salvavidas de Sevilla, decidió otear el otro lado del mundo como antes lo hiciera su hermano y como décadas antes apunto de hacerlo estuviera su padre, que muerto de morriña, dio media vuelta en Vigo antes de que su lancha zarpara.
En ese barco italiano cruzó el Atlántico con algún que otro temporal y con mucha pasta -de la que se cuece y luego se come-. Oteó el Perú, subió al tren con mayor altitud del mundo y tuvo que pedir oxígeno antes de adaptarse a su falta, vio monos enanos llamados Titís y minas, y el canal de Panamá, y lo más importante: volvió.
Conserva la mirada de chiquillo moro y espabilao, de bereber errante que vive de paso, sin más ataduras que las que cierran su maleta rígida, que ahora guarda recuerdos. Payaso circense, dibujante de humanoides en servilletas que da vida a animales con sus manos y les pone voz y alma. Esconde la mano en la manga y aparece un agujero negro del tamaño de la imaginación de un niño y nos da así el miedo de la risa, que es el mejor miedo que te puede subir por la columna vertebral.
Pintor de cunas, su piel cambia de color, y dice patata en alemán, y a veces habla en árabe, y cuando tiene frío, en ruso.

domingo, janeiro 14, 2007

ÍTACA

Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.

Kaváfis.


domingo, janeiro 07, 2007

Escucha ahora la historia de un amanecer.

Ese salvaje libre y amigable... ¿Quién es?
¿Espera la civilización o la ha dejado atrás y la domina?
¿Fue criado al aire libre?
¿Viene de qué región? ¿De las montañas? ¿De las praderas o de los bosques?
¿Del mar quizás?
Conducta desordedenada como los copos de nieve...
palabras sencillas como la hierba... pelo revuelto, risa e ingenuidad;
pies de andar lento y facciones corrientes, aires y conductas sencillas.
Todo ello desciende de las yemas de sus dedos con nuevas formas,
todo ello flota en el aire con el olor de su cuerpo o de su aliento...
todo ello sale de la mirada de sus ojos.

Los buenos regalos siempre son agradables, sobre todo si vienen en forma de palabras, de papeles pintados con nueve colores, trazados con máquina de escribir, encuandernados, o sólo unidos con un cordón fino. Son barcos-casa que flotan en los ríos, hojas de hierba que hablan en dos idiomas.

quarta-feira, janeiro 03, 2007

El neverón de Urriellu.


Ayer la luna salió en Picos, probablemente no había ningún punto en la tierra donde se viese más grande y más cercana, pero tampoco más fría e imponente, amenazando con caerse encima del que no la mirase, aunque lo único que podías hacer, si de casualidad se te ocurría mirar al cielo, era clavar la vista en ella.
También había un puñado de seres volantes ayer en Picos contra un cielo azul y limpio. Se movían en círculos, aleteaban de un arbusto a otro y algunos, los más trepadores, subían por los árboles desafiando la verticalidad, trazando un camino helicoidal desde la base del tronco que rozaba el agua del río, hasta la base de las ramas que forman la copa. Hacía sol.
Los neveros perpetuos, los que no se han desaparecido en miles de años debido a que la orientación norte y de umbría no debaja que el verano se llevase lo que el invierno había creado, hoy, se deshacen. La subida de las temperaturas y la menor cantidad de nieve caída provocan, que cuando lo hagan completamente, por los ríos baje diluída con el agua joven otra antigua, otra que se aferró durante siglos a la montaña formando grandes espesores de hielo vivo en los rincones más sombríos de la caliza.