terça-feira, novembro 21, 2006

Nubes, gargantas y R-cincos.

Hubo un día en que las nubes trajeron dolor de garganta, teatros, bufandas verdes suaves y extraños viajes.
Hubo una planta que un día, de repente, se marchitó. Su tallo se dobló. Se cayó. Unido solamente por una fibra triste que se resistía a romperse, una mano injertó en él otra planta aún más bonita, y de la unión entre el tronco casi muerto y del nuevo y vigoroso, nació un vegetal bello y mestizo, tan florido y oloroso, más vivo que los anteriores.


También trajeron algo de lluvia las nubes esos días.

Érase una vez una niña a la que le dolía la garganta y cuando esto sucedía, sólo quería escaramujo con miel y limón. Había también un R-5 que llegó resbalando por un suelo mojado y sin saberlo, trajo consigo punzadas en los ganglios.
Y hubo una vez, en la que con todo el escaramujo del mundo enredado en su pelo, la garganta de la niña no se calmó, porque esta vez dolía demasiado y la niña ahora, ella sola, había salido a buscar su propia infusión.

1 Comments:

At 2:24 da manhã, Anonymous Anónimo said...

Quer me parecer que tiveste ou tás doente da garganta. Em caso afirmativo devo dizer que és uma doente muito poética :). Eu por exemplo, nessas condições por norma não sou muito artístico, quer dizer... depende se tiver febre ou não :P.
E mais uma vez, parabéns pelos 23 aninhos. Muito Peace and Love e beijinhos e abraços e cumprimentos e larguras. :)

 

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